domingo, 20 de septiembre de 2009

LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO Y LA MASONERÍA

Por Antonio De Mendieta

La Masonería fue elemento básico durante el movimiento independentista, y más tarde en su consumación y en el movimiento revolucionario.

He aquí algunos datos:

El calificado periodista Arturo Delgado Moya, escribe:


“En el capítulo relativo a la independencia de México, el autor refiere a las famosas tertulias que se realizaban en Michoacán, Querétaro y diversos pueblos del centro del país, donde el pensamiento masónico progresista daba rumbo a los grupos reunidos en proceso de organización de la lucha por la independencia de México.

Entre otras logias enunciadas por el ingeniero Rodríguez Lozano, tenemos la Conjuración de Querétaro1 dirigida por el venerable Maestro Miguel Domínguez; Conjuración de Querétaro 2 dirigida por el venerable Maestro Epigmenio González; la logia Reunión Literaria Queretana dirigida por el venerable Maestro Pbro. José María Sánchez; la logia Ilustración Mexicana dirigida por la venerable Maestra Josefa Ortiz de Domínguez, siendo miembro distinguido Miguel Hidalgo y Costilla; la logia Querétaro y Patria dirigida por el venerable Maestro José Ignacio Villaseñor; y la logia Apatista Mexicana dirigida por el venerable Maestro Francisco Lanzagorta, siendo miembros distinguidos Juan Aldama, Ignacio Allende y otros.

Las grandes logias de la masonería progresista que trabajaban durante la primera década del siglo XIX en Querétaro, San Miguel, Celaya, Guanajuato, San Felipe, San Luis Potosí y la de la Ciudad de México, elaboraron un plan de acción para la lucha por la independencia.

No estaban de acuerdo en pertenecer a Francia, dada la ocupación francesa sobre España lograda por Napoleón.”

Por su parte el Hno. Rodolfo Gallardo González, escribe:

“ Aquí aparece un personaje singular, el ideólogo más original de la insurgencia mexicana, Don Servando Teresa de Mier, que conjuntamente con Carlos María de Bustamante, logró fusionar una ideología nacionalista.

La historia registra una lenta transformación del patriotismo clerical, preocupado por Quetzalcóatl y la guadalupana, en Nacionalismo.

Los exitosos comandantes en jefe de la Insurgencia Mexicana, el Mason Miguel Hidalgo y el Mason José María Morelos y muchos de sus lugartenientes eran sacerdotes.

Aproximadamente cuatrocientos clérigos y frailes estaban comprometidos en la conspiración contra la corona española; para 1815, ciento veinticinco eclesiásticos habían sido ejecutados por traición.

El Hno. Hidalgo enarboló deliberadamente el estandarte de la guadalupana para atraer al populacho, y su horda desorganizada marchó al grito de "Viva Fernando Séptimo! Viva Nuestra Señora de Guadalupe! Mueran los gachupines! Muera el mal gobierno!".

Esta insurrección tenía un carácter peculiar que la distingue de las demás de la América Española, y el Hermano Mason Simón Bolívar hacía un contraste implícito en su comentario:

"Felizmente los directores de la Independencia de México se han aprovechado del fanatismo con el mejor acierto proclamando a la famosa virgen de Guadalupe por reina de los patriotas, invocándola en todos los casos arduos y llevándola en sus banderas.

Con esto, el entusiasmo político ha formado una mezcla con la religión que ha producido un fervor vehemente por la sagrada causa de la libertad".

Para este momento, el ideólogo Servando Teresa de Mier, después del exilio y prisión de años por sus ideas, va al sur de México para unirse con el Hno.

Mason Nicolás Bravo y el Hno. Mason Vicente Guerrero en su lucha contra el emperador. “

Y EN LA CONSUMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA LOS MASONES SE DIVIDEN.

El periodista Jorge A. Macías Gutiérrez, relata:

“… La influencia de las logias masónicas en sus diversas modalidades jugó un papel decisivo en el pasado histórico del México Antiguo Durante el estadio previo al movimiento de la independencia de México y su consolidación en las tres primeras décadas del siglo 19, durante el imperio primero, las Leyes de Reforma, la promulgación de la Constitución de 1857 y aun en la Época Contemporánea, más que todo por las ambiciones del control político.

Lo que sí fue un hecho es que la mayoría de los caudillos más turbulentos durante la Revolución Francesa, la ocupación de España por Napoleón y la Guerra de Independencia de México, fueron masones.

Cuando Agustín de Iturbide logró inesperadamente la independencia de México en 1821, un cisma dividió las Logias escocesas.

Los mexicanos abandonaron las logias importadas de España, para afiliarse a las nativas, establecidas por Nicolás Bravo.

Después de la abdicación de Agustín de Iturbide se formaron dos partidos políticos: los centralistas y los federalistas.

Los primeros, masones del rito escocés, determinantes para el derrocamiento de Agustín de Iturbide.

Los federalistas, apoyados por las clases populares inferiores, quienes para el año de 1825 militaban como masones del rito yorkino.

En Tulancingo, Hidalgo se enfrentó Vicente Guerrero, del rito yorkino, con el grado de Venerable Gran Maestro de la Logia número 2, contra Nicolás Bravo, Venerable Gran Maestro del clan escocés.

Guerrero venció a Bravo...”

EL MEXICANO MAS GRANDE.

Benito Juárez, también Mason.