lunes, 9 de octubre de 2017

Grado 1º: Aprendiz Masón


La ceremonia con la cual se recibe a los candidatos en nuestra Asociación, ¿es una pura fórmula arbitraria o existe en ella un significado y una importancia que escapan a la observación superficial y se revelan a una consideración más atenta y a un estudio más profundo?

A esta pregunta cada masón tiene el privilegio de contestar individualmente en proporción de su entendimiento, y la iniciación, así como la Masonería en general, serán para él lo que él mismo las reconozca y realice: será ésta una sociedad mundana, y aquélla una simple ceremonia exterior, para quien las considere con espíritu profano y mundano; serán una Institución Iniciática y una ceremonia simbólica (cuya comprensión despertará su espíritu) para quien la estudie y considere con el propósito de encontrar la Verdad: Realidad profunda que constantemente se oculta bajo la apariencia exterior de las cosas.

Para este fin es necesario examinar y estudiar los diferentes elementos que componen esta ceremonia, buscando el íntimo significado de cada uno de ellos y su valor en términos de vida, para su aplicación operativa en el místico Camino de la existencia al que deben referirse, para que la ceremonia pueda ser individualmente vivida y realizada, y el que ha sido recibido Masón, de una manera puramente formal y simbólica, se haga efectivamente tal, transformándose, con el de piedra bruta en piedra labrada o filosófica, del estado del hombre esclavo de sus vicios, errores y pasiones, el Obrero Iluminado de la Inteligencia Creativa que mora en su corazón, y en el del mundo exterior.

Por medio de este estudio veremos cómo las dos características fundamentales de nuestra Institución (la iniciática y la simbólica) están perfectamente expresadas en la ceremonia de recepción del Aprendiz, y cómo, en este grado, se resume todo el programa de la Masonería. Así, en la misma ceremonia se encuentran alegóricamente reunidos todos aquellos elementos cuya íntima comprensión y práctica realización hacen operativa la ceremonia de la iniciación.

SIGNIFICADO DE LA INICIACIÓN
Llegando a este punto, la primera cosa que se hace necesaria es comprender el significado de la palabra iniciación y cómo debe interpretarse.

Iniciación es palabra derivada del latín initiare, que tiene la misma etimología de initium, “inicio o comienzo”, viniendo las dos de in-tere, “ir dentro o ingresar”. Así es que hay en ella el doble sentido del “ingreso en” y del “comienzo o principio de” una nueva cosa. En otras palabras, iniciación es la puerta que conduce a ingresar en un nuevo estado moral o material, en el cual se inicia o comienza una nueva manera de ser o de vivir.

Este nuevo estado, esta manera de ser y vivir, son los que caracterizan al “iniciado” y lo distinguen del profano, en cuanto el primero, habiendo ingresado en él, lo conoce desde adentro, mientras el segundo queda fuera del mismo, fuera del Templo de la Sabiduría o de un real conocimiento de la Verdad y de la Virtud, de las cuales reconoce únicamente los aspectos profanos o exteriores que constituyen la moneda corriente del mundo.

Así pues, este ingreso no es ni puede considerarse únicamente como material, no es ni puede ser solamente la recepción o aceptación en una determinada asociación, sino que debe considerarse, primero y fundamentalmente, como el ingreso en un nuevo estado de conciencia, a una manera de ser interior, de la cual la vida exterior es efecto y consecuencia.

Se necesita, en otros términos, una palingenesia, un nacimiento o renacimiento interior, una transformación o transmutación del íntimo estado de nuestro ser para efectivamente iniciarse, o ingresar, en una nueva visión de la realidad: en aquella nueva manera de pensar, vivir y obrar que caracteriza al Iniciado y al Masón verdaderos.

Por esta razón el símbolo fundamental de la iniciación es el de la muerte, como preliminar para una nueva vida; la muerte simbólica al mundo o estado “profano” necesario para el renacimiento simbólico; o sea la negación de los vicios, errores e ilusiones que constituyen los “metales” groseros o cualidad inferiores de la personalidad, para la afirmación de la Verdad y de la Virtud, o de la Intima Realidad, que constituye el oro puro del Ser, la Perfección del Espíritu que mora en nosotros y se expresa en nuestros Ideales y en nuestras Aspiraciones más elevadas.


"Y que la Masonería siga no siendo nada a los ojos del iluso es la mejor prueba de su valor"

Fuente: Portal Masónico del Guajiro.

La Respuesta de Pitagoras


El presente trazado tiene por objeto contestar a estas cuatro preguntas.

1 ¿Que busca el profano que solicita su iniciación?
Puede devenir por una gran variedad de motivos, desde el más vil materialismo, el deseo de encontrar protectores o amigos para los negocios hasta el más elevado localismo humanitario. Lo más a menudo será una mezcla de todo y con frecuencia habrá un sentimiento de la propia imperfección y el deseo de hacerse mejor, de perfeccionarse. No será raro tampoco que se espere encontrar en la Masonería un estímulo para hacerlo actuar a uno, para compensar la propia falta de actividad; ideas originales y extraordinarias que pongan en funcionamiento el pensamiento y la imaginación. Es uno de los problemas de la Masonería el que, por el propio secreto que impone a sus miembros, el profano llegue generalmente a sus puertas despropósito de todo conocimiento realista de lo que le espera y en cambio, lleno de ilusiones y esperanzas que van de lo simplemente inadecuado a lo absurdo.

2 ¿Qué es lo que no puede ofrecer la Masonería?
La Masonería no está hecha a la medida de las ilusiones del neófito. Si éste ha esperado un renuevo completo de su personalidad en forma de una muestra gratuita ofrecida a todo el que entra, se ha equivocado. Le damos la luz, le damos las herramientas para trabajar y le enseñamos la piedra bruta. Lo demás es asunto suyo. Tiene que trabajar para recibir su salario y éste se le da según la cantidad y calidad de su trabajo. No podrá pedir que se lo regalen todo de una vez y sin hacer el menor esfuerzo. Entonces el neófito no halla lo que buscaba. El buscaba un medio cómodo para hacerse la vida más fácil y agradable, para sentirse importante a poca costa, para vivir en paz consigo mismo. Y como no halla lo que busca, dice que "no encontró nada". Con ello expresa que todo lo demás que encuentra no le importa, que aquello es todo cuanto querrá y nada más. Es como el niño a quien le niegan un dulce de a centavo y que a través de sus lágrimas ya no es capaz de ver el hermoso pastel que le ofrecen. Decir que en la Masonería no se hace nada es otra manera de indicar que uno quería granjearse satisfacciones de amor propio a bajo costo. Si en la Masonería ya se estuviera realizando una auténtica obra humanitaria, podríamos participar en la gloria sin tener que tomarnos la molestia de planearla y ejecutarla nosotros. Si la Masonería fuera lo que quisieran los que se quejan de no encontrar nada en ella, será el exacto equivalente de las múltiples sociedades de beneficencia cuyo principal objeto consiste en procurar que los retratos de sus miembros aparezcan periódicamente en la prensa con cualquier pretexto. Todas estas satisfacciones de amor propio, todos estos objetos de ilusiones y esperanzas irracionales la Masonería nos lo ofrece; de ahí que aquellos que no buscan más que esto, no encuentran nada.

3 ¿Qué puede ofrecer, entonces, la Masonería?
Desde el punto de vista de estas personas: nada, pues para ellas el trabajo, el estudio, no es nada; y si no tienen la paciencia necesaria, nos dan la espalda. Cuanto más irreales e irracionales han sido sus esperanzas, tanto más tiempo necesitarán para hallar lo que ofrece la Masonería, trabajo, herramientas para ejecutarlo, el salario que sólo se consigue trabajando. El neófito tiene que aprender que en Masonería no hallará satisfacción alguna sino en razón de su propio trabajo. A través de su aprendizaje se dará cuenta de que si la Masonería le ofreciera sin trabajo las satisfacciones que buscaba, entonces sí podría decir que no es nada. En la Masonería se come lo que se trae, el que viene con las manos vacías, esperando hallar todo ya preparado, se queda con el hambre. Lo que pasa es que el hombre moderno tiene del trabajo un concepto muy distinto del que tenían las corporaciones de constructores de antaño. Para nosotros, ó por lo menos para la mayoría de nosotros, el trabajo es esclavitud, actividad mecánica, impersonal, algo que se hace porque uno tiene que comer y sin trabajo no hay comida, algo que uno hace a regañadientes, esperando que el reloj marque la hora de salida; de allí buscamos el descanso, la diversión, las comodidades. Somos pocos a quienes la suerte ha deparado un trabajo constructivo y menos los capaces de buscar y hallar el descanso en una actividad creadora. El constructor medieval no se preocupaba por ahorrar tiempo para terminar la catedral, sino que se detenía en los detalles, agregando una profusión de esculturas tan bellas como innecesarias para la arquitectura, simplemente porque sentía gusto en crear lo bello, aunque tardara siglos en la construcción de la obra ó quedaría inconclusa. Nosotros ya no comprendemos fácilmente este placer en el trabajo. Queremos que el trabajo termine lo más pronto posible para poder dedicarnos a otras actividades en apariencia más placenteras. Necesitamos volver a descubrir la vocación artística del hombre la única que le da plena satisfacción ó de servir de apéndice pensante de una maquinaria, sino de realizar un trabajo creador. Esto es lo que puede y lo que debería ofrecernos la Masonería. La última pregunta fue:

4 ¿Qué es nada que el neófito encuentra en el Templo?
Toca la puerta se le abre y no encuentra nada. ¿Qué es esta nada? Ya dijimos que tomar la palabra en sentido estricto sería absurdo. Algo encuentra, y si lo presionamos un poco nos diría: "No hay nada; sólo palabras, sólo rituales, solo símbolos, sólo ideas anticuadas. Algo encuentra, pero no lo que buscaba. Y como lo que encuentra no es nada en comparación con lo que buscaba, dice que no hay nada. Pero esta nada no es sólo un fenómeno negativo. En esta nada hay como un germen de algo nuevo y grande. El H.·. que se va de la Logia quejándose de no haber encontrado nada, no se limita a decir eso. Se va disgustado, decepcionado. El encuentra que la nada lo ha afectado en lo más hondo de su ser. Seguramente, pero halló precisamente su propio disgusto su propia decepción. Aunque se vaya de nosotros, su decepción lo sigue. Y aunque no lo confiese, no dejará de pensar de vez en cuando que para hallar algo se necesitan dos cosas algo que esté ahí y alguien que sepa buscar. Y si no se halla nada, no es siempre por falta de un objeto. Al lado del orgullo porque él no se dejó engañar, estará la constante inquietud acerca de qué habrán hallado los se quedaron y que el no supo hallar. Se ve puesto así de frente a frente con su propia insuficiencia, con su propia nada. Si quiere ser sincero consigo mismo, tiene que reconocer que donde no encontró nada, es en él. Este es el punto donde empieza a germinar la idea masónica. Si el hermano llega a este punto, empieza a ser masón. No es por casualidad que lo primero que ve el recipiendario en su iniciación sea la cámara de reflexiones con las imágenes de la muerte y del renacimiento. Tiene que reconocer que él no es nada, y si no llega a la experiencia de la nada, no habrá renacimiento ni será nunca masón de verdad. Pero tan pronto encuentra la nada en sí mismo como su propia insuficiencia, se podrá dar cuenta también de que le ocurre con respecto a sí mismo lo que le ocurrió con la Masonería. Allí decía que no hallaba nada, sin embargo, hallaba muchas cosas, menos aquellas naturalmente, que en sus ilusiones había esperado que encontraría. Entonces se impone un examen de conciencia, un estudio laborioso y sincero de lo que él realmente quiere. Pronto verá que sus ideales no son incompatibles con los de la Masonería, a condición de formularlos claramente. ¿Quiere ser rico?. La Masonería no se opone; antes al contrario, le facilitará contactos; pero eso sí, el dinero lo tiene que ganar él. ¿Quiere alcanzar fama? ¿Qué Logia se opondría que uno de sus miembros se hiciera célebre?. Le facilitará todas las oportunidades posibles, pero el trabajo lo tiene que hacer él. Cualesquiera que sean los deseos ó ideales que tenga con tal que no vayan en detrimento de la Humanidad, la Masonería con su espíritu amplio y abierto, le presta las herramientas y el apoyo de todos pero de ahí en adelante, ¡Manos a la obra!. Pitágoras, al salir del Templo Egipcio no había visto nada. Pero como Pitágoras era Pitágoras, no se contentó con irse decepcionado echando peste contra los misterios egipcios, sino que encontró la nada en sí mismo, en sus deseos e ilusiones. Murió con sus ilusiones y renació con sus ideales a la verdadera luz de la sabiduría.


"Y que la Masonería siga no siendo nada a los ojos del iluso es la mejor prueba de su valor"

Fuente: Portal Masónico del Guajiro.

El Cuadro del Aprendiz Masón Primer Grado de la Masonería


El cuadro representa todas las virtudes que el aprendiz debe practicar mediante la utilización de las herramientas y alegorías que constituyen los elementos para el desarrollo de este grado. Las enseñanzas masónicas están veladas en símbolos, a los que el aprendiz deberá investigarlos para poder penetrar más allá de su significado exotérico.

Este cuadro es un rectángulo donde su ancho y lado representan los Puntos Cardinales. Arriba el Este, abajo el Oeste, a la izquierda el Norte y a la derecha el Sur. Los Puntos Cardinales representan al mundo, al mundo del aprendiz donde debe investigar para aprender a discernir sobre los conocimientos que constituyen su universo.

En su interior, arriba a la izquierda se encuentra el Sol y a la derecha la Luna. Constituyen las dos formas de adquirir conocimiento. La experimental con el Sol y la inductiva con la Luna. El experimental es el que aprendemos en el camino de la vida, con nuestros aciertos y desaciertos, en nuestras decisiones. La Inductiva aprendemos de los demás, pues al ser considerados aprendice tenemos a un Vigilante, a un padrino y, a los demás hermanos que nos ayudan en descubrir las alegorías. Lo practicamos esto de la misma forma en que el Sol nos ilumina directamente con sus rayos y la Luna nos ilumina indirectamente a través de la luz del Sol.

La base se encuentra adornada con Baldosas Blancas y Negras, las que nos muestran que a pesar de la diversidad y del antagonismo de toda la naturaleza, en todo reside la más perfecta armonía. Esto nos sirve como lección para que no miremos las divisiones de los colores de las razas y el antagonismo de las religiones, además de los principios que rigen en los distintos pueblos, debido a que constituyen nada más que una manifestación, que es la única forma de comprender los sentimientos, sensaciones y que nos descubre en nuestra sensibilidad.

Tres columnas, una al Oriente y dos al Occidente se encuentran representadas en Logia por el V.·.M.·. y los VVig.·. Estas tres y las otras doce que rodean al templo son las que sostienen la Logia. Representan también: la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza; Sabiduría en el discernimiento, Fuerza en la determinación y Belleza en toda acción. En la Biblia lo encontramos en el Antiguo Testamento, con Salomón hijo del Rey David, Hiram Rey de Tiro quién proveyó de los materiales y la mano de obra para la construcción y por último el otro Hiram, muy conocido en el mundo masónico, Abif, quien fue un orfebre perteneciente al la Tribu de Nan, encargado de edificar las columnas del Pórtico de entrada y dirigiera los trabajos. En el Mundo Griego lo representaron con el nombre de tres ciudades, las que nos legaron sus artes u órdenes de Arquitectura: Jónico, Dórico, Corintio.

Todo este simbolismo nos indica que en la obra fundamental de nuestra construcción moral debemos traer a la superficie todas las posibilidades de la potencia humana, alejándonos de las ilusiones de la personalidad. Y en este trabajo sólo podemos se Sabios si poseemos Fuerza, porque la Sabiduría exige sacrificios que sólo pueden ser alcanzados con fuerza. No podemos ser Sabios, sino tenemos Belleza, porque la belleza constituye el camino para expresar nuestra sensibilidad ante el mundo que nos rodea.

En el centro de estas tres columnas se encuentra el Ara o Altar de los Juramentos, donde se ubican el Libro de la Ley, el Compás y la Escuadra. El Libro de la Ley representa el Código Moral que cada uno respeta y sigue, la filosofía que uno adopta. El Compás y la Escuadra que se encuentran unidos solamente en Logia representan la medida justa que deben presidir todas nuestras acciones, sin apartarnos de la Justicia, ni de la Rectitud.

Los puntos del Compás se encuentran por debajo de la escuadra porque significa que el aprendiz solamente trabajando la Piedra Bruta se despojará de sus asperezas y cuando esta piedra se encuentre pulida, podrá hacer uso del Compás.

Esto nos lleva a desarrollar el Punto dentro del Círculo, dibujado debajo del Ara. Es para alertarnos de que mientras circulemos dentro del círculo no nos equivocaremos en nuestras acciones. Además, las dos líneas paralelas que se sitúan al costado del círculo, representan a Moisés y Salomón, tratándonos de recordar que siempre debemos seguir por la senda de la Rectitud y de la Justicia.

Encima del Ara en forma simbólica, se encuentra la Escalera de Jacob, representando el sueño que tuvo por tratar de encontrar el camino al cielo. Cada escalón representa en la masonería las virtudes que debemos tener en el camino de la vida. En la escalera están representadas las tres Virtudes Teologales: Fe, Esperanza, y Caridad. La fe en nuestras potencialidades, la Esperanza en nuestro perfeccionamiento moral, la Caridad con nuestros semejantes. También demuestra con sus infinitos escalones que cuando llegamos al final de una etapa, el siguiente es el comienzo de un nivel superior.

Pendientes en las esquinas del cuadro observamos cuatro Borlas que nos recuerdan las Cuatro Virtudes Cardinales: Templanza, Justicia, Fortaleza, Prudencia que siempre fueron practicados por nuestros HH.·.

En las bases de las tres columnas se sitúan las Joyas Móviles: Escuadra, Nivel y Plomada que representan y lo portan el V.·.M.·., el 1° Vig.·. y el 2° Vig.·. respectivamente. Nos recuerda que nuestras acciones deben ser Justas en nuestro juicio, iguales en el trato con los HH.·. y recto de nuestras determinaciones. También se encuentran la Piedra Bruta y la Piedra Pulida para ratificar nuestro compromiso de mejorar en nuestra construcción moral.

Al lado del Ara se ubica la Pancha de la Log\que es utilizada por los MM.·. para realizar los trazos de Arq que los AA.·. los utilizarán para instruirse.

Rodeando todo el cuadro se encuentra la Orla Dentada que representa el principio de atracción gravitacional alrededor del Sol y a los masones en Log..·.

Mis QQ.·. HH.·. como el futuro depende del trabajo, trabajad para ser felices y para que el paso por este mundo no sea estéril.


"Y que la Masonería siga no siendo nada a los ojos del iluso es la mejor prueba de su valor"

Fuente: Portal Masónico del Guajiro.